La ciudad se desempeña como un ecosistema, por lo cual para su correcto funcionamiento necesita de varios factores que aportaran a un óptimo desarrollo. Estos factores se manifiestan en Energía y materia; como fuentes principales y esenciales para todo el ciclo de vida de la ciudad. La Energía como transformación de la misma en trabajo; pues de esta manera permite que se generen diferentes dinámicas en el paisaje urbano, que serán la base de un avance, volviendo la ciudad más atractiva y competitiva, por otro lado la materia, sería la condición física resultante del correcto trabajo. Otra condición para que la ciudad avance es manejar un sistema abierto, es decir el intercambio de energía y materia con sistemas externos, pues de esta manera lo producido también genera ganancias a la ciudad y lo que no se genere dentro de la misma se puede obtener para el desarrollo de nuevos elementos.
Para que todo este ciclo no se rompa, es necesario mitigar la entropía, pues esta genera pérdida de energía, por lo cual el trabajo se reduciría, la materia producida no sería la misma y finalmente generaría estancamiento en la dinámica de ciudad.
La conclusión sería entonces como el correcto manejo de energía y materia tanto al interior como al exterior de la ciudad permitirá que la misma crezca de manera ordenada a través del tiempo.
Johanna M. Cortés A.
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